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MUERTE EN EL FUTBOL, TIEMPO DE HACER ALGO MAS

Publicado: 2011-09-28

El sábado 24 de septiembre del 2011, un día prometedor que concluyó con la muerte de Walter Oyarce en el estadio Monumental asesinado por un rival de equipo contrario en pleno partido de futbol entre los clubes de Universitario y Alianza Lima, quien fue empujado desde un palco vip cayendo 20 metros.

No es la primera muerte de un hincha en pleno partido de futbol y esperemos sea la última. Un testigo comentó que el asesino no tuvo cargo de conciencia y que se fue tranquilo luego de efectuar el cruel hecho en medio de policías que intentaron poner orden. Un grupo de hinchas de la “U” desadaptados fueron a los palcos de los hinchas de la Alianza a buscar confrontación, agredirlos y mancillarlos.

¿Cuando fue que un espectáculo deportivo sano y familiar se convirtió en un bodrio, un desagüe de odio e intolerancia? ¿Cuándo fue que el futbol dejó de ser una afición sana por un equipo favorito para convertirse en una guerra sin motivo ni principio donde no te importa el respeto y la vida por dejarte llevar por odio, ira y demencia ciega? Una justificación para liberar su lado mas violento, bestial, agresivo e inhumano.

Si muchos hinchas viven de la constante confrontación por el equipo contrario, de romper vidrios de las casas por donde pasan las barras sea que gane o pierda el equipo, que entre varios roben a los transeúntes, de incrementar su vida violenta cada vez mas y mas. Acaso ¿no sería lo correcto que al futbol halla que radicalizarlo, vetarlo, evitarlo o modificarlo para que aquellos miles de hinchas futbolistas bajen sus humos, cambien su estilo de vida y forma de pensar? Lamentablemente lo que mas les importa es el dinero que ganan los que ganan, sean los empresarios y la prensa amarillista que viven de estas noticias.

Este hecho ocurre en todo el orbe planetario  aunque halla muertes y desmanes, destrucción de propiedad privado, herido s todavía no se ha visto que se halla encontrada una solución concreta al asunto, pero si reducirlo como los gulligans en Reino Unidos.

¿Y de donde viene esta violencia o tendencia a la agresión por parte de los fanáticos del futbol?¿Donde comenzó todo? Es difícil encontrarlo, si vemos que hay muchos problemas en nuestra sociedad como el racismo, el maltrato a los empleados, el proxenetismo, las drogas, la agresión familiar, etc etc. Lo mas probable es que aquellas familias de los hinchas sean disfuncionales en su mayoría, no necesariamente de condición humilde, donde las barridas se reúnen en las esquinas atrayendo a jóvenes que no tienen mucho por hacer y que estando en plena adolescencia, la etapa de la rebeldía se vuelven ciegos a sus impulsos dejándose llevar. Y crecen eufóricos e iracundos sin valores, sin buenos guías, sin supervisión, en las calles, muchos de ellos cayendo en la delincuencia robando, pintando con sprays los muros de las casas, combatiendo a otras barras, siendo títeres de sus peores instintos que cual animales en la jungla van a agredirse, o peor aun, los animales en la jungla son agresivos cuando cazan o defienden su territorio.

Y son tantos y tantos jóvenes en esta ciudad, en otras ciudades del mundo que se entregan a ser hinchas, barristas, fanáticos del futbol desperdiciando su juventud, su futuro en un banal y tonta filosofía de vida o afición que no te lleva a nada, no ganas nada y pierdes mucho. Tantos jóvenes vidas que no piensas en su porvenir, que viven resentidos, famélicos, lejos de su intelecto solo por poner en un altar e idolatrar un equipo de futbol, olvidándose de ellos mismos, olvidándose de su amor propio, de su dignidad como persona para seguir la corriente, para caminar ciegos a un mundo donde no prima la razón, donde no existe nada mas para ellos que el futbol. Consecuencia del fanatismo y del abandono social. Y esos miles de jóvenes serán padres y sus hijos podrían seguir sus pasos.

Este es un tema social delicado que se está dejando pasar teniendo un nivel de peligrosidad como el terrorismo y el narcotráfico causando ya muertes, heridos y perdidas materiales. Es fácil decir que hay que encarcelarlos, aumentar las medidas de seguridad, contratar mas policías, etc. Se puede proceder así, podría tener algunos resultados positivos momentáneos y aparentes pero no resuelve el problema en sí. Se puede invertir en mas seguridad, en contratar mas policías pero aquellos hinchas cargados de fanatismo y euforia seguirán allí pensando y sintiendo de la misma manera. Si llegan al nivel de matar a los hinchas del equipo contrario no es suficiente con solo proceder a aumentar las medidas de seguridad en los espectáculos, aunque pongan contraten miles de policías mas, que halla encuentros deportivos sin hinchas no serviría de mucho porque cuando regresen la gente al no haber sido persuadidos o tratados psicológicamente no garantiza que no lo volverán a hacer. Hay miles de hinchas enfermos, ciegos al control emocional, viendo como algo común actuar delincuencialmente. Muchos se criaron de esa manera y atraen a sus filas  a mas incautos.

Gran parte de la sociedad está enferma, los niveles de violencia aumentan, aquella gente desde un principio no fue así. La falta de oportunidades, el abandono social, el mal uso del dinero del estado para beneficio de unos cuantos, trae como consecuencia que las manzanas podridas seduzcan a los moldeables jóvenes incitándolos  a la violencia, el resentimiento y agresión.

Es el grito eufórico de los olvidados, de los ignorados que crece día a día que atrae a sus filas a inocentes, en una sociedad alejada de sus principios morales y creencias, donde no prima el respeto y el mirar de igual a igual a cada persona sea cual sea su condición económica y social, donde en su mayoría no siguen un credo ni se ora.

Como dijo Alberto Beingolea en un entrevista el problema se resuelve desde casa, y cada una de esas casas merece un apoyo psicológico.

¿Que conclusión podemos sacar de todo este problema? ¿Qué podemos hacer para que el futbol vuelva a ser el espectáculo sano y familiar de aquellos tiempos?

Compartiendo con mi madre este ensayo y preguntándole que detalle le faltaría a este, ella me refirió una conclusión y aportó algunas ideas. A los jóvenes barristas de los barrios marginales les falta mas incentivos, mas oportunidades para que se desarrollen plenamente lejos del fanatismo desaforado en el futbol, brindándoles oportunidades de educación y diversión sana. Invertir en el deporte, en la educación e oportunidades laborales, incentivarlos a trabajar, en aprender algún oficio para que aquella energía mal usada sea transferida en algo productivo y sano. Y tendría que ser a gran escala. Identificar a las manzanas podridas que los incentivan a perpetuar actos violentos y separarlos de los grupos. Se trata de modificar la forma de pensar de aquellos jóvenes que serán parte del futuro de este país, de este mundo para que vean mas allá de sus horizontes, para que mejoren su calidad de vida, para que sean buenos padres. Ahora el gobierno no solo puede centrarse en combatir el narcotráfico, el terrorismo en el Vrae, la delincuencia sino también en invertir en todos esos jóvenes que están yendo por el mal camino, siguiendo la escuela delincuencial de la calle para convertirse en asaltantes, secuestradores, marcas, etc.

Este triste hecho es un llamado de atención a la sociedad, mostrándonos que no podemos quedarnos de brazos cruzados solo pensando en nosotros mismos y nuestro entorno, que el país, el mundo le pertenece a todos y que es necesario brindar a todos oportunidades para su crecimiento personal. Podrían unirse todas las ongs del mundo y centros de ayuda, todos los programas de la ONU de ayuda social, económica en una sola entidad. Medir, encuestar, crear estudios de todas las sociedades para encontrar el inicio de todos los problemas, la manera de resolverlos en conjunto, como unidad, sin competir y centrarse en un solo ámbito. Dejar de pensar como una sociedad dividida en países sino como una sola unidad de ayuda asistencial, porque al fin de cuentas todos somos de la raza humana.


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El ciudadano o cuidadano de a pie o pata

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